Imagina

   

  Imagina que no formas parte de la masa. Imagina que piensas, imagina que sueñas, imagina que existes. Imagina que las conversaciones que mantienes con tu gente van más allá de la próxima boda que vais a celebrar, o de los goles que marcó Cristiano el sábado. Imagina que existen otros temas, otras vidas, otros mundos. Imagina que esto no es poesía, que hay algo de verdad en ello, que te interesa mínimamente lo que digo. Imagina que no cortas mi discurso, que me tratas con respeto, que mantienes tu atención incluso cuando yo, algo borracho, me trabo con frecuencia e intento sin éxito explicarme con claridad. Imagina que trasciendes, que el mediocre es el otro, que a ti no te la dan con queso. Piensa, sueña, existe, imagina... De repente despiertas y te das cuenta de que tú no eres así, imbécil, que todo esto te resulta pretencioso, ingenuo, naif. Se te va la olla, me dices, te estás poniendo pesado. Puede ser, respondo yo, vamos a hablar de otra cosa. Enciende la tele. Pásame el litro. Seguiré flipando otro día.

Comentarios